LA SANGRE

"En la cruz de Cristo no solo se ha cumplido la redención mediante el sufrimiento, sino que el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido". San Juan Pablo II

San Mateo describe la pasión y muerte de Jesús como un bautismo de sangre, sangre que se derrama para salvar la Humanidad. La sangre derramada en la cruz es signo de vida y salvación. La sangre se comparte, es signo de entrega y amor, con la sangre se redimen los pecados. Dar sangre es dar vida. Jesús entrega su vida para dar vida a la Humanidad. Dando su sangre nos enseña el amor sin límites de Dios Padre. El Bautismo de Sangre también hace referencia a derramar la sangre, perder la vida en nombre de Cristo. La Historia de la Iglesia es la historia de hombres y mujeres que han entregado su vida y han muerto por su fe en Cristo.

El Cristianismo es por excelencia la religión que da respuesta y sentido al dolor, a la muerte y al sufrimiento de los hombres. Sin muerte y dolor no hay resurrección. Por la Resurrección Jesús da un nuevo sentido al dolor, a la muerte y al sufrimiento, que no pueden ser desde entonces la última palabra de la realidad. Sin cruz no hay resurrección, y sin resurrección no hay Vida Eterna. La cruz es sangre que se entrega para dar vida, la VIDA ETERNA, LA VIDA EN DIOS.